Pero aún quedan atardeceres preciosos, de esos en los que el cielo se viste de un color rojo intenso mezclado con naranja. Dónde el cielo parece un manto y te da la impresión que se acaba el mundo.
Y también quedan días con las calles llenas de alfombras amarillas que parece que te dan la bienvenida. Parece increíble la cantidad de hojas que posee un árbol.
Adoro pisarlas y chutarlas, me vuelvo cómo una niña pequeña y me paso un rato pensando que piso nubes! Si no lo habéis probado, hacedlo de verdad ;)
Aquí os dejo una imagen muy inspiradora para una tarde de mi querido otoño. Entre naranjos se puede crear una preciosa velada.
via pinterest
Cuando voy a casa paso por al lado de un bosque y me encanta chutar las hojas secas y que caigan otra vez como si fuera confetti.
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